Petición Pública por la Salud de un Joven Colombiano.
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ndrés es un joven músico de 26 años, calarqueño, desde niño diagnosticado con ‘epilepsia
sintomática de difícil control y refractario al tratamiento’, a sus 16 años su padre tuvo que
realizar las primeras acciones judiciales contra EPS SaludCoop, entidad de la
cual el superintendente de salud Dr. Norman J. Muñoz, dijó a los colombianos
que existe la posibilidad que tenga futuro, pero aún en manos del estado atraviesa
graves problemas de funcionamiento y protestas de parte de usuarios. Así en
aquellos tiempos nuestra siempre admirable Corte
Constitucional dicto sentencia T137-03 validando, si cabe la palabra, el acceso
a la salud y al diagnóstico del niño Andrés. Se marcó el inicio de la salud de un colombiano
más, un colombiano que llega a la ciudad de Bogotá hace unos meses con el deseo
de convertirse en egresado de la Escuela Superior de Bellas Artes ASAB de la
Universidad Distrital. Para ello debe primero costear su vida diaria en la
ciudad capitalina donde no tiene ningún apoyo familiar ni económico, entra
a trabajar en la empresa de mensajería TCC con horarios nocturnos cargando
bultos como decimos, trabajo que dura muy poco, ya que debido a no dormir
adecuadamente empieza a sufrir nuevamente trastornos,
hasta que una noche cae al suelo por una convulsión lastimándose su boca.
Debe renunciar a esta empresa debido a
que ‘no es posible asignarle otro turno’ según la empresa, pero felizmente ingresa a Tigo Colombia en el mes de enero de 2015, destacándose
rápidamente como vendedor, asistiendo puntualmente a sus jornadas de trabajo de
domingo a domingo, siempre con sus metas de vida en mente. Realiza su contrato con la empresa de temporales
Servicios Generales y Asociados S.A.S, manera elegante como la mayoría de
empresas privadas libran responsabilidades con sus trabajadores, y en casos
como estos son ajenos a las situaciones personales de los mismos. La última semana de febrero de 2015, la
semana pasada, empieza nuevamente a sentir trastornos, su lengua se adormece, síntoma irremediable de que
los problemas con su salud están agravándose, una alta migraña le empieza a
generar habla lenta y pensamientos a veces confusos, el jueves pasado 26 de
febrero de 2015 deben llamar a una ambulancia en su trabajo y empieza la que tristemente algunos llaman ‘carrera de la muerte’,
solo que ni siquiera en una ambulancia, sino a pie, como nos toca al 90% de los
Colombianos.
En la ambulancia efectivamente le
atienden diciéndole que debe ir al médico de urgencias, pero a pie, porque no
está tan mal, al realizar las averiguaciones
necesarias se encuentra que su afiliación
se encuentra Inactiva,
eso en palabras colombianas, significa
que es un ciudadano invisible para las entidades de Salud, ya que no es ni beneficiario SISBEN
pero tampoco activo en el régimen de salud, un adecuado término para este sistema. Inmediatamente
su Jefa, le dice que 'mejor vaya a su
casa y descanse porque hay unos problemitas con el pago de la EPS', su
salud continua agravándose así que se dirige a SaludCoop a ser atendido por
urgencias, allí luego de las muchas
horas de espera como ya estamos acostumbrados los colombianos, le informan
que ‘no existe ninguna manera de
atenderlo porque no aparece afiliado’, cuando llama a la empresa le envían
una afiliación borrosa pero que según ellos ‘certifica que fue afiliado desde enero’ y empiezan a tirarse la
bolita, pero al final nadie lo atiende.
Tigo, o más bien la empresa temporal, muy
amablemente, le da voluntariamente ese
‘día viernes y este fin de semana para que descanse’, en ese momento quien
escribe, amigo y testigo de toda esta situación, inicio comunicaciones con el supersalud
y otras entidades, a través del twitter
buscando una ayuda, una respuesta, siendo como soy creyente y
defensor del estado de derecho. Recibo respuesta del supersalud, y del
minsalud solicitándome los datos de Andrés, son enviados y cuando lo llaman le
informan que debe esperar
al lunes que logren realizar los trámites necesarios, dígame usted. Pasé
el fin de semana viendo como este joven intentaba ignorar que
sus ojos le ardían, le dolían y estaban rojos, que su lengua se adormecía, que su
cuerpo estaba cansado y su cabeza gritaba con la migraña solicitándole atención,
pero por supuesto no se puede automedicación y menos en estos casos.
Lunes 02 de marzo de 2015, ya es
marzo, ya es hoy, ya incluso es de noche, desde la mañana este joven tuvo que madrugar a trabajar ya que su jefe le amenazo que si no cumplía con
las metas de ventas en esta semana, que ella llamo ‘de prueba’ sería despedido. Le dije que hiciera una carta que
explicará que debía ir a urgencias porque realmente estaba enfermo, este
valiente joven, colombiano, paisa, echado para adelante como más no se puede, con
su lengua adormecida por falta de tratamiento y con mucha migraña, realizó la
carta que fue mirada con desprecio por su ‘teamleader’ de TIGO, y le prohibió retirarse de su lugar de trabajo, una calle en la mitad del sol que hoy
nos acompañó en uno de los barrios periféricos de la ciudad,
hasta después de que ella
regresará de almorzar, que terminó siendo entrada la tarde !El colmo de colmos¡. Antes de salir nuevamente en la
carrera de la muerte, el joven Andrés llamó a Saludcoop, al menos la EPS debería interesarse en
su salud, pero como
aún puede llamar por sus propios medios, entonces asumen que no es una
urgencia, eso de los ataques epilépticos y sus evidentes síntomas debe ser
un invento más de la ciencia, le dicen
que por urgencias no lo atenderán ya que primero lleva más de 24 horas y que la próxima cita prioritaria será dentro
de mes, o mes y medio,
si siguiese con facultades cognitivas ¡claro está!.
Y entonces señor superintendente de
Salud, Dr. Norman J. Muñoz ¿Qué hacemos?, al parecer nadie puede hacer nada hasta que este joven no
caiga en una calle por una convulsión, y como dice la sentencia de la Corte: ‘la enfermedad que padece Andrés presenta
un deterioro progresivo con cada episodio convulsivo,(..), sin embargo, dicho
deterioro es difícilmente medible y cuantificable a lo largo del tiempo,
es decir, cada convulsión implica pérdida de capacidad neuronal. ‘.
¿Qué hacemos doctores del
ministerio de Salud Pública y Protección Social? Por supuesto como
ciudadano, conozco los derechos de petición y entiendo que para acceder a los
servicios de salud debemos empapelar a nuestros jueces de tutelas; pero
ahora
mientras Andrés intenta dormir sin sentir el más mínimo alivio, apelo a
la labor social del estado y del superintendente de salud, a su capacidad de
representarme a mí, y a él, colombianos como ustedes.
Sea este articulo digno de ser leído por
ustedes, dignos de ser conmovidos a replicarlo a quien crean que debe leerlo,
pero sobretodo sea digno
de ser considerado un ‘derecho de petición social’; no soy familiar de Andrés, no soy su
padre que luchó a través de tutelas en su niñez, ni soy un abogado, que por
supuesto no puede pagar este joven, porque su deseo es ahorrar para ser músico; soy un ciudadano que apela a su
ciudadanía para pedirles a ustedes representantes
de la salud, a ustedes entidad promotora de salud EPS
Saludcoop, a ustedes empresa privada y de comunicaciones TIGO,
y a quien logre llegar inicialmente, que consideren valiosa la vida de Andrés, que no le permitan llegar a un estado
deplorable de salud, que sus trámites internos y demás no les tomen meses, les solicito a todos y cada uno de los entes
involucrados que recuerden que la salud de una persona, es la persona misma,
y velar por la preservación de ella es deber primordial de nuestro Estado y
sobretodo de nosotros como humanidad.
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